miércoles, 2 de mayo de 2007

En defensa de las asignaturas relacionadas con la Cultura Clásica



La movida de los LUDI SAGUNTINI es la mejor manifestación en contra de la desaparición de ciertas asignaturas que según las autoridades academicas están de capa caída, aunque no se atrevan a decirlo públicamente.

Contra la interactividad de los mass-media, nuestra batalla didáctica tradicional en la manera de impartir clases, tiene todas las de perder y de convertirse en una derrota estrepitosa. Que el tratamiento lúdico de la enseñanza le puede plantar cara a esa situación es evidente; y mucho más después de ver, participar o darse simplemente una vuelta por los Ludi Saguntini.

¿Un día de participación en los talleres y de asistencia al Teatro por cuántos días de clase vale? Decir que han aprendido más que en una semana de clase no sería un disparate.

¿A dónde quiero llegar? A una conclusión evidente. Nuestras clases de latín, griego, cultura clásica o simplemente de lengua y literatura tienen que incorporar, como componente esencial de su didáctica, el concepto y la filosofía de los talleres. Para decirlo más claro: la clase hay que organizarla como los talleres, en plan práctico y lúdico. El taller no es un complemento del tiempo lectivo; el taller es una clase pura y dura; la mejor clase que hoy por hoy se puede impartir, y desde luego la más divertida.

Ya se sabe ludere et discere. Y pasado a gerundio aprender jugando.
Y no soy de clásicas



5 comentarios:

Iaenus dijo...

Como uno de los protagonistas de la foto, me tomo el permiso exponer aquí unas ideas. Suscribo todas tú afirmaciones, pero prefiero no hablar ni de políticos, planes, asignaturas, ni tradición ni pervivencia, etc. Sólo los alumnos. Ellos son los que eligen ir a Sagunto y lo disfrutan y repiten año tras año. Algo tiene que tener esa "cultura clásica" que les llama la atención. Y lo del teatro es simplemente impresionante: sin luces, ni efectos especiales, pasando calor, sentados en el suelo en medio de un edificio en ruinas (je, je, je), escuchando historias ·duras· (tanto en comprensión como en lenguaje, por mucho que queramos). Y cuando termina la obra, no reducen su valoración a "me gusta o no me gusta", sino que exclaman "profe, no me enterao de ná, me lo explicas". Si Platón o Sócrates escucharan eso.
Atentamente
Iaenus

Ana Ovando dijo...

Estimado Paco, me alegra leer tus reflexiones, con las que evidentemente no puedo estar más que de acuerdo. Ojalá las administraciones opinaran lo mismo, pero como apunta Iaenus, nuestra fuerza ahora está en los alumnos, que siguen escogiendo las materias y por los que hay que inventarse cada día. No se trata de divertir, sino de disfrutar. Supongo que como todo en la vida: lo que se hace disfrutando, aprovecha más. La verdad que tanto los que, como tú, dedican la vida al teatro, como los que nos metemos con las clásicas, lo hacemos porque nos gusta, porque lo disfrutamos, de otro modo, no tendría sentido. Que sigamos manteniendo ese entusiasmo durante mucho tiempo, amigo mío.

Paco Tejedo dijo...

Que conste que lo de la foto ha sido casual, amigo desconocido Iaenus. De acuerdo que van porque disfrutan. Los míos también están en teatro porque disfrutan; pero también nosotros tenemos que disfrutar, como dice Ana, porque de lo contrario difícilmente lo harán nuestros alumnos.
Un abrazo

Luis Inclán García-Robés dijo...

Me uno a la afirmación e Ana: se trata de que los alumnos disfruten. Y a eso se puede llegar, evidentemente, a través de la diversión. Pero hay que ingeniárselas para que lleguen también por el trabajo bien hecho: el suyo y, sobre todo, el del profesor que transmite conocimientos, no de cualquier manera, sino motivando, explicando, mostrando su pasión por lo que dice.
Ambas cosas no son incompatibles, sino complementarias. Y el teatro y los talleres son un medio especialmente útil para motivar.
Un saludo, y enhorabuena por esa labor teatral que tengo ganas de ver de cerca algún día.
Luis.

Paco Tejedo dijo...

Yo también espero que después de alguna representación, nos podamos saludar para compartir unos segundos de apoyo mutuo y motivación en nuestro duro trabajo con el alumnado.
En nuestra tarea diaria pocas veces salen las cosas gratis et amore; casi siempre hay que sudar la camiseta.