sábado, 28 de abril de 2007

¡Bien por los espectadores de Lisístrata!


Así se os veía desde escena: impresionante. Como impresionante vuestro saber estar hasta que se solucionaron los problemas técnicos y pudimos empezar.

Con un público así, no había mas remedio que darlo todo; y es lo que hicimos para haceros disfrutar.

El grupo TEAMUS del Complejo Educativo de Cheste os agradece vuestras carcajadas.

Os esperamos el próximo año en EL ASNO DE ORO de Apuleyo (riguroso estreno en España)



jueves, 26 de abril de 2007

Miedo escénico representando a Lisístrata

Martes 24 de abril. Teatro Romano de Sagunto.

El miedo escénico existe. Y si no que me lo pregunten a mí cuando minutos antes de empezar la primera de las dos representaciones de Lisístrata, los técnicos de sonido confirman que por falta de tensión eléctrica no se pueden usar los micros inalámbricos.

Los más de setenta actores y músicos no saben qué está pasando y por qué no se empieza. Hemos prbado los diez micrófonos, pero desde la mesa de sonido me dicen que nada de nada.



"Si no funcionan habrá que suspender"


Hemos estado trabajando seis meses para tener que suspender. ¡Es una putada!


Pero hay que decirle a los espectadores qué está pasando, si no queremos tener un problema de orden público. Los más de mil jóvenes espectadores que llenan las cáveas esperan con impaciencia.


Los micros de ambiente sí que funcionan. Podemos intentarlo, aunque los diez micros inalámbricos siguen sin ir.


Los jóvenes espectadores, fantásticos, escuchan estoicamente la noticia y no están dispuestos a irse hasta comprobar si es posible seguir a los actores únicamente con los micrófonos de ambiente.


Y nos lanzamos al vacío. Empieza la representación. Yo sé que en la obertura musical con dos escenas mimadas no hay problema. Incluso en la escena de la batalla hay un par de carcajadas colectivas. Pero la hora de la verdad llegaba cuando Lisístrata abriera la boca para hablar.


¡Qué cuatro minutos iniciales de tensión!


Empieza el texto, el atrevidísimo texto de Aristófanes y empiezan las carcajadas. Funciona. Se puede seguir bastante bien el sonido.

Respiro tranquilo.

Y los actores, a la suya, como si no hubiese pasado nada. Mirad si no la foto que hicimos mientras esperaban... Pero bueno, me pregunto: ¿dónde está el miedo escénico?

No, si yo no hablaba del miedo escénico de los actores, sino del mío, del pánico escenico del director de escena.

domingo, 22 de abril de 2007

No creo en la catarsis de la tragedia

¿Cuáles son los sentimientos y emociones del público joven que asiste a los Festivales de Teatro Clásico Grecolatino?
Yo no creo que los jóvenes experimenten la catarsis al contemplar una tragedia, como pretendía Aristóteles, porque el cine de terror los ha inmunizado.
Otro asunto distinto es si los jóvenes actores que participan en la representación están expuestos a la catarsis.

Todas estas reflexiones han surgido mientras preparaba el montaje de las obras y pensando sobre todo en que el público asistente iba a ser muy joven.
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jueves, 12 de abril de 2007

OS ESPERO EN EL TEATRO ROMANO DE SAGUNTO

Martes 24, el día D, el día de la risa, de la mano y las ideas del genial Aristófanes aristófanes

sábado, 7 de abril de 2007

Curso específico de teatro grecolatino

He visto distintos cursos (Universidad de Alicante, Festival de Teatro Grecolatino de Segóbriga, Universidad de Málaga, etc.) y me da la impresión de que todos caen en los mismos errores.
El profesor de Clásicas de Secundaria o el Profesor de Lengua y Literatura, (por citar los dos que pueden estar más interesados), ya tiene suficientes conocimientos teóricos sobre teatro clásico, pero carecen de conocimientos teórico.prácticos para poder montar un taller de teatro grecolatino o simplemente para poder montar unas escenas, o una obra completa, en el aula, en su centro o en cualquier certamen de los muchos que existen al respecto.
No veo sentido que se sigan organizando cursos donde la mitad de los conocimientos sean teóricos y sobre literatura dramática (esto es un curso, no un Congreso de especialistas).
Hace falta un autentico curso de TALLER DE TEATRO GRECOLATINO que ayude al profesor currante a seleccionar textos, a dirigir y adaptar la obra, a confeccinar su espacio escénico o su vestuario, a usar de forma práctica los descubrimiento del los grandes directores de teatro del siglo XX. Y ese curso no existe.
¡Prosopon, Cefire de Sagunt, hay que animarse!